Rosa Romero pasa por su peor momento político.

Juventudes Socialistas de Argamasilla de Calatrava

Hace cuatro años, como candidata ya saltó la noticia de la adquisición de su vivienda con ventajas en el precio de compra por la creación por parte del Ayto de Ciudad Real de una figura de protección pública inexistente hasta ese momento, "El caso Quesito".

Ese es el antecedente, después llegó el turno, en noviembre de 2010, de la denuncia de un empresario por el supuesto canje de favores,obras y regalos a cargos públicos municipales(Rosa Romero incluida) a cambio de contratos del Ayuntamiento de Ciudad Real con la empresa Global Sport.

Después asistimos, al lanzamiento a bombo y platillo por parte de MªDolores de Cospedal, de "espionaje con detectives privados ordenada por el PSOE de CLM a altos cargos del PP de CLM", los altos cargos resultaron ser miembros del Equipo de Gobierno de Ciudad Real, con Rosa Romero como principal objetivo, pero no era el PSOE quien promovia la investigación ( una simple petición de nota simple al Registro de la Propiedad) sino que era un funcionario del Ayuntamiento del ámbito del urbanismo municipal, Jefe de obras, ante una supuesta situación de acoso laboral debido a posibles irregularidades en expedientes y contratos de obras.

Ya esta semana, leíamos perplejos como según las informaciones, Rosa Romero había convertido un cargo "a dedo" en un puesto fijo de trabajo, tras denunciar por contratación irregular, a su propio partido y a la institución para la que trabajaba, la Diputación Provincial de Ciudad Real, presidida por el PP.

Y el curso de la historia llega hasta ayer: el Concejal de Deportes de Ciudad Real, César Manrique, declaraba como imputado por el citado caso Global Sports, se ha negado a responder a las preguntas de la acusación popular, tampoco a las del abogado del denunciante, sí a las de la Juez, a quien declaró que Global Sports realizó obras para su mujer y para su suegra. Rosa Romero, no se ha pronunciado al respecto.

La Presidenta del PP de Ciudad Real y alcaldesa de Ciudad Real, pasa por su peor momento político.